DE PATILLAS Y MECHAS LOCAS.






No puedo evitar reírme cada vez que veo alguna foto de mi infancia, siempre aparezco haciendo morisquetas o mirando para otro lado, pero esta en particular, donde aparezco bronceado como un carbon producto de las vacaciones... y bueno con un poco de tierra en la cara debo reconocer ( y eso que no se ve la polera) es unas de las pocas donde aparezco tranquilo. Cuando chico era un niño ritalin, onda me daban pataletas con escándalo donde sacaba de quicio a mis hermanos mayores, reconozco también que fui victima de ejemplares castigos como cuchadazos en la boca por no tomar la sopa y baños de agua fría para “temperar” mi conducta, pero nada traumante por que reconozco también que era bien hincha pelotas. Pero lo que me caracterizaba era mi pelo estilo “mechas de clavo”, si a eso le sumamos unos cuantos remolinos locos da como resultado un “mecha loca” en la familia. No había caso, ni un kilo de gomina era capaz de doblegar a esos rebeldes mechones. en la foto se ven mi mechas de clavo en todo su esplendor, y eso que la foto esta tomada dentro de la casa, al aire libre mi peinado era todo un espectáculo, un puerco espin no era nada al lado mío. Es mas si hubiera tenido perillas podria haber sintonizado estaciones de radio jajaja a lo gazu de los picapiedras igual de cabezon y con dos antenas en la mollera. no se en que momento mi pelo se torno ruliento con ondas, cosa que aborrezco, pero ahora que estoy cerca de los 30 y ya al “ estadio” le va quedando menos publico creo que pronto el tema capilar va a dejar de ser tema.


Ahora analicemos la foto:
-el brillo en los ojos es algo inherente en los infantes y con nostalgia miro como de a poco ese brillo en mi se ha ido apagando.

-lo que me llamo poderosamente la atención son las patillas a lo elvis o tom jones jajaja, madre si hubiera podido te demandaba. Busque explicaciones a tal fenómeno antiestético y pensé: mi madre quizás me las dejo largas para para proteger mis orejas del frió o como diría doña Gabriela: “orejitas de niño, azulosas de frió, como os ven sendas patillas os cubren” pero mi vieja de poeta no tiene nada, así que pensé, mi señora madre lo hizo por algún motivo practico, no le veo otra explicación, y ahí caí en cuenta, un doloroso recuerdo se hizo presente, un dolor que esta a la par de una muela careada o un pelotazo en la cara. Las patillas estaban destinadas a ejercer un medio de control represivo en mi, les explico: si me llamaban a cenar y yo no iba por que simplemente no quería…me agarraban de las patillas y solucionado el problema, uffff me acuerdo y me duele, cuando agarraba a piedrazos a las gallinas del vecino….zas patillas, si por curioso desarme un camión de juguete multiluces y ponía los cables pelados en la toma de corriente, cosa que origino un estampido que después supe se origino en algo llamado medidor de luz, zas patillas y bueno un par de coscachos como bonus, si agarraba los cigarros prendidos de mi hermana mayor y los usaba como transbordadores espaciales y el juego de living era la pista de aterrizaje…zas patillas
Y así entre tirones de patillas, vidrios rotos, rodillas peladas y mocos colgando paso rauda y sin despedirse la mejor época de mi vida.

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