CONFIESO QUE NO HE VIVIDO






Confieso que no he vivido… como también confieso que hoy encendí el ultimo cigarro que me quedaba por el filtro y de amanecida no hay abastecimiento de vicios en este especie de macondo que aspira a ser una suburbia. Ya es de noche como siempre, tarde... muy tarde y las persianas de mi habitación, aburridas en su funcionalidad, maquinan en complicidad con la luna nueva, una especie de sombras chinescas con forma de humo plateado que se suspenden en una danza elegante gentileza de mis alquitranados bronquios .
Confieso también que hay goteras en mi techo y que cada día de lluvia se esmeran en sincronizar, cual tortura china, ese golpeteo inquisidor en mi entretecho .tengo que reconocer que ni un metrónomo lo haría mejor.
“I'm fixing a hole where the rain gets in
and stops my mind from wandering where it will go ”
canta sir paul en ese disco con nombre de condimento. Mientras escuchaba, Respire hondo, pero me atore con mi propia saliva, he de confesar por cierto que estoy empezando a creer que ni yo mismo me trago.
Confieso que no me gusta el vino y me importa un carajo que sea bueno. Que brote pura y cristalina de la madre tierra, a mi simplemente don tito “no me gusta el vino” porque amerita una mala resaca pero?, hay buenas resacas? Sin duda .me acuerdo de algunas. Aunque pensándolo bien los recuerdos a esta altura son solo postales.


Si hablamos de confesiones, confieso que escasean las mismas. Porque al confesar que no he vivido, me saboteo una vez mas. El auto boicot como segundo nombre con el apodo de cobarde. Esa seria una confesión, en eso no miento. Como no se puede mentir en el color de ojos, como tampoco se le puede ocultar a la soledad, su fracaso como dama de compañía. Me declaro incompetente, un demente con sueldo. Un bipolar optimista con sogas colgando del techo. Y me salio verso.